martes, 13 de julio de 2010

Mantener la pasión

 
 

Enviado por Gonzonet a través de Google Reader:

 
 

vía Pareja, sexualidad, erotismo... de SEXOLOGO el 12/07/10

Uno de los temas que hoy en día más preocupa a la gente es la calidad y la frecuencia de sus encuentros eróticos. Aunque cuando estamos solteros es algo que suele preocupar más a los hombres que a las mujeres, una vez emparejados preocupa prácticamente por igual, siendo en muchas parejas heterosexuales la mujer quien mayor preocupación presenta.

Teniendo en cuenta esta nueva preocupación de la vida contemporánea, y aprovechando el desconocimiento sexológico y la más que generalizada carencia de una educación sexual de calidad, profesionales de todo tipo han visto un filón y se han lanzado a escribir libros con títulos tan atractivos como "Claves para mantener la pasión en la pareja", "Cómo mantener el interés sexual en la pareja estable", etc. Muchos de estos libros presentan interesantes "ideas" o aportan nuevas posibilidades para enriquecer una vida erótica monotonizada, aunque no creo que ninguno de ellos dé verdaderas "claves"; cada uno de nosotros somos únicos y tremendamente diferentes, y cada relación de pareja también, por lo que nunca podría haber recetas estándar que sean válidas para todos.

Desmarcándome de las grandes ideas que estos libros puedan dar, voy a comentar alguna cosilla respecto a este tema:

- Debemos asumir que el ser humano está biológicamente preparado para insensibilizarse ante el mismo estímulo. Esto ha sido una ventaja evolutiva y por mucho que nos esforcemos, nunca lo podremos cambiar, ya que lo llevamos grabado en nuestros genes. Y como nuestra pareja siempre es la misma, será completamente inevitable que vaya sucediendo cierta insensibilización hacia él/ella.

- Todo lo que conlleve cierta "novedad" en el encuentro erótico, nos ayudará a que esta insensibilización tenga el menor efecto posible: hacerlo en distintos lugares, introducir nuevas prácticas o posturas, introducir juguetes, disfrazarse, cambiar los roles o el ritmo del encuentro, ayudarse de fantasías compartidas o no...

- Fantasear con que estás con otra persona es muy habitual, totalmente respetable, muy enriquecedor y completamente lícito. Otra cosa es contárselo a tu pareja o no... El contarlo, además de que en ocasiones puede provocar a tu pareja un dolor totalmente innecesario, puede que haga desaparecer el morbo que te provocaba la fantasía cuando sólo la conocías tú. En cambio, hay casos en los que compartir una fantasía enriquece aún más el encuentro erótico, haciendo cómplice a nuestro cónyuge de nuestro "escarceo mental" y pudiendo participar ambos en la fantasía erótica. Contarlo porque "yo siempre digo la verdad y cuento todo aunque duela" es egoista, un síntoma de inmadurez y completamente estúpido.

- "¿Pero pensar en otra persona mientras te acuestas con tu pareja, no es serle infiel?" Dependerá del acuerdo de pareja que tengáis; si habéis llegado explícitamente al acuerdo de que no podéis fantasear con otras personas, sí que estarías siendo infiel. Pero mientras no se entere...

- "Pero es absurdo considerar infidelidad una simple fantasía..." Igual de absurdo que considerar infidelidad un simple "polvo". El ser humano no está genéticamente preparado para la monogamia, por lo que cualquier limitación erótica que se acuerde dentro de la relación conyugal estructurada en convenios o costumbres sociales y/o culturales, son igual de absurdas... o de lógicas, según se mire.

Y no os engañéis; el grado de "novedad" que introduciría un nuevo amante nunca lo alcanzará vuestra pareja, NUNCA. Otra cosa es que en muchos casos, los encuentros esporádicos son menos satisfactorios que los encuentros eróticos con una pareja estable, ya que nunca encontrarás a nadie que te conozca tan bien como tu pareja. Salvo que repitas con un@ muchas veces claro...


 
 

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