miércoles, 10 de junio de 2009

El cine porno aburre a las ovejas

 
 

Enviado por Gonzonet a través de Google Reader:

 
 

vía Blogdecine de Adrián Massanet el 10/06/09

16.jpg

¿Cómo una industria que factura al año, en el mundo, tropecientos millones de dólares, y que fabrica al año decenas de miles de películas logra hacer malo ese dicho de: "de la cantidad sale la calidad"? Es que es verlo para creerlo. Y ya, ya sé que algunos estarán diciendo, o pensando, ahora mismo que esto no es cine, que es una basura. Y que además está grabado en vídeo, la mayoría de las veces. Bien, todo esto es cierto, no voy a venir a negarlo yo.

Pero por un lado el cine porno (no empleemos, hagan el favor, el recalcitrante eufemismo de "cine para adultos") me parece un fenómeno sumamente interesante, que no merece ser despreciado y llevado al ostracismo (gente como mi admirado Paul Thomas Anderson, sin duda uno de los más grandes cineastas del mundo, asegura ser capaz de distinguir entre los estilos del cine porno de cada año…), y que, de alguna forma, es hasta necesario y cumple una importante función social. Lástima que adolezca de tantos problemas crónicos. Hablemos un poco de metesac…digo, de porno, ¿qué os parece?

Sí, vale. Soy un consumidor de porno. Supongo que como el 95% de los hombres y el 33,333% (o algún número abstracto y falso) de las mujeres. Tampoco soy un devorador compulsivo, pero precisamente por eso puedo hablar con conocimiento de causa. Y que no se preocupe el lector que no voy a salirle ahora con el consabido (y falso) argumento de que en el cine porno falta precisamente eso, argumento. Aún recuerdo a ese productor de la insuperable 'El gran Lebowski', alegando que lo que le falta al cine porno es emoción, historias. No estoy de acuerdo. Tampoco voy a empezar ahora con ese argumento, patrimonio de las espectadoras femeninas, de que al cine porno le falte erotismo, sugerencia, sensualidad.

Eso es cine erótico, que tiene buenos exponentes, como el célebre (en justicia) Tinto Brass, y alguno que otro más. Es decir, el cine erótico se puede defender. El cine porno, pues no. Y en cuanto a que no es cine sino vídeo, cuántas veces habremos hablado en este blog de películas filmadas en vídeo o HD. La frontera está cada vez menos clara, y supongo que tendremos que hablar de cine cada vez que nos encontremos ante un soporte audiovisual. Pero me voy por las ramas, decía que el porno es más bien para hombres. O puede que no…

1.jpg

De todos los tipos de porno, el que más posibilidades ha dado ha sido el malogrado "Gonzo", ese porno en el que un tipo simula ir con una cámara de vídeo por aquí y por allá, y fíjate tú qué casualidad, se encuentra con orgías y situaciones morbosas de toda índole, lo que son las cosas. El problema es que no saben darle el debido uso, pues a menudo el protagonista no es el que lleva la cámara (usando el punto de vista siempre deseable en toda narración), sino otro fulano. Y, para colmo, ¡la chica pregunta por qué su amigo lleva una cámara! Como si eso fuera necesario. Amigos realizadores de porno, el espectador no es imbécil, no hace falta justificar la cámara en mano.

Pero el cine porno es un catálogo de obviedades. A todos nos gusta ver a una chica con una minifalda estupenda…pero ¿es necesario que sin agacharse siquiera ya se le vea su estupendo trasero? Es que suelen ponerles las falditas a la altura de la cadera. El morbo no es la imagen facilona, hay que echarle un poco de ingenio. Por eso el cine porno aburre hasta a las ovejas, sobre todo porque toman al espectador por idiota. Pero claro, con ese catálogo de vedettes (y en eso, me temo, el cine europeo es en lo único que gana al yankee, están mucho más buenas las checoslovacas o italianas que las norteamericanas…aún me vuelve loco Monica Sweetheart, de quien no me he resistido poner una foto al principio de este post), qué más les da el ingenio.

Pero más alla de eso. ¿Por qué todas las películas porno tienen que ser, no ya cutres, sino decididamente horteras? Es que no lo entiendo, maldita sea. Y en ocasiones el asunto alcanza lo grotesco. Los directorcillos de cine porno se creen artistas incomprendidos muchas veces (y peor es con las actrices, alguna ingenua cree que logrará llegar a ser actriz dramática…) y se ponen a "experimentar" con diseños de producción inenarrables, o movimientos de cámara dignos de un chiquillo de trece años. Para luego, a la hora de la verdad, ser incapaces de filmar lo importante (o sea, la razón por la que nos ponemos a ver una peli porno, diablos) con un mínimo de profesionalidad.

Y, ya para terminar, ¿por qué co*ç$% doblan las películas porno? ¿A alguien le interesan los diálogos? ¿Acaso los gemidos y gritos del personal son más interesantes en otro idioma? Uno intenta poner la versión original en Canal+, para evitarse esos doblajes dantescos… pero no hay. Y así vamos, con muchas preguntas sin respuesta, y con películas porno que son, en el 99,9999 % de los casos, auténticos calcos unas de otras: flirteo insustancial-lamidas y babeadas varias-penetración vaginal-penetración anal-corrida facial (esa es otra, desde que a mediados de los ochenta se descubrió en occidente, porque en oriente era algo habitual, la corrida facial, deben haberse filmado 342984394893482394 escenas iguales). Y así cinco escenas por película y a casita, que llueve. Olé y olé. Y además olé.

014.jpg

Además, me llama muchísimo la atención lo ingenuos y hasta entrañables que resultan los profesionales de este gremio, muchas veces. Como esos directores que aseguran que es un cine mucho más realista que el cine convencional porque todo lo que se ve es real (???), o esos actores que viven en una realidad paralela. Aún recuerdo cierta chusca mesa redonda con Nacho Vidal, en la que este hombre, en perpetuo estado de estar encantado de haberse conocido, nos contaba un poco sus experiencias como actor. En el fondo, son buena gente y hacen algo que les gusta. Lo malo es que no convencen porque siempre hacen lo mismo y lo hacen mal.

Pero aún descubrimos alguna que otra secuencia interesante, un cruce de miradas o un gesto llenos de intensidad física, que con toda seguridad han sido producto del azar, y no del talento del director. En fin, que no podía pasar la oportunidad de hablar, aunque fuera por una vez, de este "ejem" género.


 
 

Cosas que puedes hacer desde aquí:

 
 

Airbus A380: Redefiniendo el vuelo privado

 
 

Enviado por Gonzonet a través de Google Reader:

 
 

vía FayerWayer de Juan Francisco Diez el 10/06/09

¿Lo va a querer con alzavidrios electricos?

¿Lo va a querer con alzavidrios electricos?

Ya les contamos en su momento sobre el Príncipe de Arabia Saudita, Al-Waleed bin Talal, y su Airbus A380 privado; sí, A380, el titan del aire. También sabíamos que iba a gastar prácticamente lo mismo que el costo del avión modificandolo para su 'comodidad'. Hoy se hace publica esa comodidad y a continuación les contaremos detalles de lo que mucho dinero e imaginación pueden lograr.

  • Escalera de caracol hidráulica

    Lo más sorprendente del A380 del príncipe no es solo su tamaño, sino que instalaran una escalera de caracol dinámica con un ascensor en el centro que permitirá en vuelo moverse entre tres pisos: el primero, que es la zona de carga, el segundo, donde están las áreas comunes y el tercero, donde se encuentran las suites.

    Pero lo interesante es cuando el avión se encuentra con sus ruedas en el piso, que es cuando la escalera puede extenderse, y llegar a tierra firme, para que así el príncipe pueda salir directamente a la pista de aterrizaje y subirse a su Rolls Royce. ¿Rolls Royce? Ya te contamos.

  • Rolls Royce Inside

    Cuando el príncipe vuela, su automóvil también. Mientras el príncipe baja las escaleras, su equipo personal se encarga de descargar del estacionamiento en el primer piso, el auto de preferencia de Al-Waleed (que irónicamente es el mismo fabricante de los motores Trent 900 de su avión). Este se encuentra en la cola, y basta con desengancharlo y poner reversa para estar en la pista de aterrizaje.

  • Piso de 'vidrio'

    En el área común, en vez de una alfombra, el piso será una gran pantalla que mostrará el lugar por donde vuelan. Básicamente hace el efecto de un piso de vidrio usando cámaras en el exterior de la aeronave. Nada mal…

  • Microsoft Surface

    En la sala de reuniones se encuentran dos pantalla holografías y un Microsoft Surface que permite proyectar información ad-hoc.

Estos detalles se suman al sauna, la sala de conciertos con piano, conectividad WiFi y de teléfono a lo largo de todo el avión, suites de primera clase para 20 pasajeros y como olvidarlo, salas privadas de rezo con alfombras virtuales que apuntan automáticamente a La Meca. Más información y diagramas en el link.

Link: The £300m flying palace… (Daily Mail vía Avión Microsiervos)


 
 

Cosas que puedes hacer desde aquí:

 
 

'Ángeles y demonios', visita turística a Roma a toda velocidad

 
 

Enviado por Gonzonet a través de Google Reader:

 
 

vía Blogdecine de Alberto Abuín el 10/06/09

angeles-y-demonios-1.jpg

'Ángeles y demonios' es la prueba patente de que Ron Howard es un blando, de que Tom Hanks es otro blando, y de que David Koepp es un blando más, de los muchos que pululan por el mundo adelante. El libro en el que está basado la película, obra del superventas (lo único que tiene porque como escritor da risa) Dan Brown es anterior al que por su publicación la Iglesia Católica montó un cirio impresionante haciéndose la víctima, proclamándose a los cuatro vientos como el principal objetivo crítico de Brown. Ahora, la película cambia en su guión un par de frases y da a entender que esta aventura de Robert Langdon es posterior, pareciendo que se disculpan por el anterior ataque.

No sé si Howard tuvo algo que ver, su filmografía indica que muy pocas veces ha demostrado tener sangre en las venas; tal vez fue cosa de Koepp, ayudado por Akiva Goldsman, autores del irrisorio guión, el introducir ese elemento en la historia. O tal vez a Tom Hanks, uno de los pocos actores de Hollywood que controlan todo lo que hacen en las películas que protagoniza, le importó cuatro cominos esta bajada de pantalones. Porque el fin y al cabo, ¿alguien con fe puso en duda sus creencias tras haber visto la película? ¿Y quién con dos dedos de frente no se dio cuenta de que estábamos ante una simple y llana obra de ficción que buscaba el entretenimiento?

Esta vez Robert Langdon es reclamado por el Vaticano para ayudarles en su enfrentamiento con una antigua hermandad secreta que se creía muerta: Los Illuminati. Éstos se han hecho con un recipiente que contiene antimateria, y amenazan con liberarla, lo que supondría el final de la eterna lucha entre religión y ciencia, decantándose la balanza hacia la segunda. Langdon, que siempre parece dispuesto a descubrir la verdad, acepta el reto de ayudar al Vaticano, enfrentándose a acertijos varios, descubriendo rutas secretas, luchando contra asesinos despiadados, y corriendo más que Madonna en uno de sus conciertos noventeros.

angeles-y-demonios-2.jpg

'Angeles y demonios' es una repetición de las mejores jugadas de 'El código Da Vinci', película a la que le sobra la mitad de metraje. Esta vez se ha decidido suprimir toda verborrea innecesaria, e incluirla mientras los personajes están en movimiento, consiguiendo en cierta medida un film más ágil que el anterior. No hay lugar para el aburrimiento en la película de Ron Howard, aunque tampoco puedo decir que me he entretenido como nunca. Esta vez, no me había leído la obra literaria en cuestión (a mí Brown sólo me engaña una vez), por lo que desconocía a priori las posibles sorpresas del relato. No obstante hay que estar muy dormido o ser muy lelo para que a uno le pille desprevenido el giro final de la película en el que se descubre la identidad del villano. Cualquiera con un mínimo de cultura cinematográfica sabrá al poco de comenzar el film, cómo acabará éste.

Howard se esfuerza por no dar respiro al espectador, al que marea con un montón de carreras de coches por toda Roma, dando la sensación de que nos encontramos no ante una película, sino ante una guía turística de Roma a toda pastilla. El director de 'El desafío: Frost contra Nixon' (¿qué pasa, qué Howard sólo dirige bien cuando tiene un buen guión?) filma dichas secuencias, que se suponen de acción, con total apatía, miles de planos y las cosas poco claras, más bien confusas. El hecho de que Langdon y compañía lleguen a todos los sitios siempre a tiempo, es tan increíble y delirante como la secuencia del helicóptero que alcanza el surrealismo. Todo de forma muy atropellada para que no dé tiempo a pensar, aunque si uno se detiene un momento se dará cuenta de que el plan del villano es una solemne estupidez.

angeles-y-demonios-3.jpg

En el plano interpretativo, Tom Hanks da vida a un Langdon aburrido e inexpresivo, no aportando nada a la carrera del actor. Es evidente que su estratosférico sueldo era el único aliciente por el que Hanks perdiese el tiempo participando en la película. 'Ángeles y demonios' puede presumir de tener un elenco conocido, al que desgraciadamente no le saca todo el partido que debiera. Ayelet Zurer, actriz israelí a la que podemos recordar por 'Munich' o 'En el punto de mira', parece querer competir en sosería con Hanks con el que no tiene ni la más mínima química. Stellan Skarsgård realiza uno de esos personajes bobos, el típico jefe de seguridad al que nada le gusta, e incluso parece sospechoso de todo. Armin Mueller-Stahl es probablemente el que más convence, teniendo en su haber las frases más interesantes y útiles de los acelerados diálogos. Ewan McGregor merecería una mención aparte por lo atrevido de su personaje, el más loco de toda la historia, tanto que parece una parodia. El actor escocés parece haber disfrutado de lo lindo con su rol, aunque no transmita dicha diversión.

Al final uno sale con la sensación de haberlo pasado un poco mejor que en 'El código Da Vinci', lo cual no es decir demasiado. No es tan tediosa como la citada, y Hans Zimmer mejora lo ya hecho, animando un poco la función, vistiendo musicalmente muchas de las secuencias para que parezcan mejor de lo que son. El film no ha sido tan taquillero como la anterior entrega; al fin y al cabo la polémica siempre vende mucho más, y esta vez nadie ha movido un pelo para ponerse en contra del film, con lo cual mucha gente habrá preferido esperar a que el film salga al mercado doméstico.

Mientras rezo tres padrenuestros, medio ave maría y una frase del credo, me retiro a mis aposentos a escribir sobre sabe Dios qué.

Otras críticas en Blogdecine:


 
 

Cosas que puedes hacer desde aquí: