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Un equipo científico compuesto por investigadores de Europa y de Canadá ha logrado crear un nuevo tipo de córnea artificial que se origina al insertar colágeno en el ojo humano, material constituyente de la córnea que estimula el crecimiento de las células del órgano y permite al paciente que recupere su vista.
Este método ha sido efectivo en una decena de pacientes de Suecia, según informó el grupo médico, y aunque se requiera de pruebas más amplias, se cree constituye un paso importante y prometedor en cuanto al desarrollo de una alternativa a los transplantes de córnea, tema sensible debido a que no es sencillo conseguir donantes.
"Estamos intentando regenerar la córnea desde adentro", dijo la doctora May Griffith, científica del Instituto de Investigación del Hospital Ottawa, en Canadá. Recordemos la córnea es una capa transparente que cubre la superficie del ojo y ayuda a enfocar la luz.
Sólo en los Estados Unidos, unas 42.000 personas son transplantadas de córnea al año, no obstante, hay muchos otros miles que no consiguen donante, y no sólo en esta país sino también en el resto del mundo. A ello, hay que sumarle que en muchas ocasiones los transplantes pueden sufrir rechazos y, por ende, no terminar con éxito.
Este nuevo método consiste en utilizar una córnea "bioartificial" que busca aprovechar las sustancias naturales -en este caso, colágeno- que conforman una córnea para estimular la curación del tejido en caso de lesión o afección.
"Considero este trabajo como un gran avance en la dirección en que necesitamos ir", dijo al respecto el doctor Alan Carlson, jefe de transplantes de córnea en el centro oftalmológico de la Universidad Duke, quien no participó del proyecto.
Lo que hicieron los investigadores fue, puntualmente, utilizar colágeno humano cultivado en levadura por la compañía FibroGen y le dieron la forma de una lente de contacto.
Luego, se estudió el funcionamiento de esta córnea bioartificial en diez pacientes que tenían pérdida severa de visión productos de daños en estos tejidos.
Lo que se observó fue que las células propias de una córnea saludable comenzaron a crecer en el colágeno, la producción de lágrimas se normalizó y hasta los nervios corneales volvieron a crecer. Además, no se experimentó ningún tipo de rechaza ni se necesitaron medicamentos inmunosupresores.
Aún más, en la revista médica Science Translational Medicine, se especificó en el artículo que dos años después de la primera prueba, seis de los pacientes veían mucho mejor con anteojos, mientras que otros dos no sufrían consecuencias negativas. El balance general es para los autores más que prometedor.
Vía Yahoo.com.ar
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