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El video :
Ya queda menos. Apenas unos días para la gran fiesta del cine, la gala número ochenta y uno de los Oscars, donde se supone que se premia lo mejor del curso cinematográfico 2008. Imagino que no soy el único que lo pone en duda, y es que, otro año más, no estoy muy de acuerdo, por decirlo suavemente, con las nominaciones, con las decisiones de la Academia norteamericana.
Pero claro, lamentarse a estas alturas de este tipo de cosas resulta cuanto menos absurdo. Ya sabemos lo que hay. Y como hay que tomarse la gala. Como un espectáculo televisivo en torno al séptimo arte y las estrellas de Hollywood. Si nos atrae una película que cuenta con un reparto de actores populares, ¿cómo no sentirse atrapado por una ceremonia en la que estarán tantos actores y directores que admiramos? Es normal, por tanto, que por mucho que nos desilusionen los resultados, los Oscars sean un evento imprescindible para tantos aficionados al cine.
Algo que siempre rodea a este tipo de ceremonia son los pronósticos. Casi todos creemos estar en posesión de la lista de ganadores de los Oscars, y eso a pesar de que todos los años nos equivoquemos, pues es rara la ocasión en que no salta la sorpresa, en una o más categorías. Sin embargo, hay años que se prestan más que otros a hacer pronósticos con cierto grado de seguridad; éste es así. Hay varios premios que parecen cantados, ya casi entregados, lo cual resta mucha emoción. Pero, ¿hay que descartar sorpresas? Por lo pronto ya hubo una, el presentador, Hugh Jackman. A ver si no es la última.
A continuación, os dejo la lista de nominados, con los favoritos, mis favoritos y los que creo que han sido olvidados.
Y el Oscar es para… 'Slumdog Millionaire'. Está barriendo en todos los premios habidos y por haber, por lo que es la gran favorita de las apuestas. Sólo cabe que Benjamin Button le arrebate el premio, siendo una superproducción de Hollywood, si se barre para casa. Tampoco sería una sorpresa mayúscula. Lo que sí lo sería es que ganara cualquiera de las otras tres, prácticamente sin opciones.
¿Quién me gustaría que ganara? 'El curioso caso de Benjamin Button'. De las cinco, es la que mejor película me ha parecido, por muy poco, así que en mi opinión es la que debería llevarse el Oscar. Pero reconozco que lo que verdaderamente me gustaría es que ganara 'The Reader', una de las películas más sucias y perturbadoras que he visto en mucho tiempo.
Aquí falta… 'El caballero oscuro'. No diré que no se echan en falta otros títulos (para mí, 'El intercambio' es la mejor película de 2008, y 'Revolutionary Road' o 'WALL·E' me parecen mejores que las cinco nominadas), pero la ausencia de la superproducción dirigida por Christopher Nolan me parece escandalosa, casi insultante incluso. La película más taquillera del año, que ha entusiasmado a público y crítica (en general), que fue catalogada como 'El padrino II' del cine basado en cómics, un auténtico espectáculo… y la dejan fuera de las cinco películas más destacadas de 2008. Increíble. A ver si 'Watchmen' es tan buena como parece y cambia la forma de ver este tipo de películas, que ya es hora.
Y el Oscar es para… Danny Boyle. De hecho, si se repite esa curiosa "manía" de no hacer coincidir el mejor director y la mejor película (algo que para mí no tiene sentido, es como premiar a un cocinero que no ha realizado el mejor plato), creo que Boyle se lleva el Oscar de todas formas. Me parece que Fincher va a tener que esperar, y casi es mejor así, porque no estamos ante su mejor película.
¿Quién me gustaría que ganara? David Fincher, evidentemente. Extraña coherencia, ¿eh?
Aquí falta… Christopher Nolan. Como señalé antes, hay otras ausencias importantes (Clint Eastwood o Sam Mendes, por ejemplo), pero aquí falta Nolan, sobre todo, por haber filmado ese grandioso espectáculo cinematográfico de puro entretenimiento que ha sido injustamente ninguneado en esta ceremonia.
Y el Oscar es para… Mickey Rourke. Pocos dudan que este actor, "resucitado" para el cine (eso dice el póster) con 'El luchador', la última película de Darren Aronofski, a partir de mañana en los cines españoles. Sólo Sean Penn parece que puede arrebatarle la estatuilla, por su interpretación de Harvey Milk. El resto tiene pocas opciones, aunque no habría que descartar la sorpresa.
¿Quién me gustaría que ganara? Frank Langella. Como señalé en mi crítica de 'El desafío: Frost contra Nixon', me parece que su trabajo, encarnando a Richard Nixon, es el más destacado de los cinco nominados.
Aquí falta… No puedo dejar de acordarme de 'Revolutionary Road', donde Leonardo DiCaprio (al que ya le toca el Oscar) realiza una interpretación intensísima, y de Eastwood, que en 'Gran Torino' está fantástico; me parece bastante fuerte que estén Jenkins y Pitt en esta lista y no está Eastwood, que ofrece una de sus mejores interpretaciones en la que, según él, será la última película en que le veremos actuando. Igualmente, también podemos acordarnos de Benicio del Toro, que más que actuar, es el Che, sencillamente.
Y el Oscar es para… Kate Winslet. Posiblemente, otro de los Oscars más cantados de la noche, y es que la actriz ha arrasado en todos los certámenes por su sensacional interpretación en 'The Reader'. La única que puede amargarle la noche y arrebatarle el premio es Meryl Streep, que también ha sido muy aplaudida por su trabajo en 'La duda'.
¿Quién me gustaría que ganara? Kate Winslet. Y si no, Angelina Jolie, que me parece que está realmente impecable en 'El intercambio'.
Aquí falta… La verdad es aquí me quedo un poco en blanco. Sólo se me ocurre acordarme de Anamaria Marinca en '4 meses, 3 semanas y 2 días', pero desconozco si podría optar a este premio.
Y el Oscar es para… Heath Ledger. Es el gran favorito en esta categoría y pocos lo discuten, al margen de polémicas estúpidas sobre el fallecimiento del actor y el morbo que esto ha generado. Ninguno de los otro cuatro nominados parece con opciones al premio. Hoffman está estupendo (como siempre), pero ya tiene una estatuilla; ¿Brolin quizá?
¿Quién me gustaría que ganara? Heath Ledger. Ya he defendido 'El caballero oscuro' y Ledger es el alma de la película, así que… sobra decir más.
Aquí falta… Viggo Mortensen. Creo que el actor está fantástico en 'Appaloosa', una de las películas más infravaloradas del año pasado. Por otro lado, aquí sí que habría visto justa una nominación a Pitt, y es que su trabajo en 'Quemar después de leer' me pareció desternillante.
Y el Oscar es para… Penélope Cruz. Es la favorita, aunque me parece que más lo es aquí en España (los medios nos vuelven locos cada vez que alguien de este país puede ganar un Oscar) que en Estados Unidos. He estado echando un ojo a algunas quinielas y los nombres de Viola Davis y Amy Adams aparecen como ganadoras. Eso sí, el Oscar lo entrega Javier Bardem, habrá que estar atentos a su expresión cuando lea el nombre que esconde el sobre.
¿Quién me gustaría que ganara? Si os digo la verdad, me da igual, no me parece que ninguna de las nominadas haya realizado una gran interpretación, merecedora del Oscar. En todo caso, prefiero que no gane Cruz, pero ojo, lo digo por la insoportable cobertura del asunto por parte de los medios de comunicación españoles; si ya es difícilmente soportable, no me quiero ni imaginar si además se lleva el premio a casa.
Aquí falta… Igual que en las actrices principales, aquí me quedo un poco fuera de juego. Eso sí, Rachel Weisz está irresistible en 'My Blueberry Nights' (si no me equivoco se estrenó en abril, por lo que podría competir), creo que podría entrar en la lista en lugar de Henson, por ejemplo, cuya interpretación es muy irrelevante.
Y el Oscar es para… 'Escondidos en Brujas'. Aparece en varias quinielas, y es que esta tragicomedia, muy negra, muy recomendable, ha ido ganando seguidores con el paso del tiempo. Tampoco hay que descartar a la película de Pixar, que compite por menos premios de los que debería.
¿Quién me gustaría que ganara? 'WALL·E'. Todo lo que se lleve me parece bien.
Aquí falta… 'El intercambio', escrita por J. Michael Straczynski.
Y el Oscar es para… 'Slumdog Millionaire'. Es la favorita para arrasar en los Oscars, no sólo para llevarse tres premios. El guión adaptado es uno de los más claros, siempre y cuando la de Boyle cumpla los pronósticos. Si Benjamin Button se lleva este premio, cuidado.
¿Quién me gustaría que ganara? 'The Reader'. Tengo que leerme este libro.
Aquí falta… 'Appaloosa', con guión de Ed Harris y Robert Knott, adaptación de la novela de Robert B. Parker. ¿'El caballero oscuro'?
Y el Oscar es para… 'Slumdog Millionaire'. Otro que parece claro para la película de Boyle.
¿Quién me gustaría que ganara? 'El caballero oscuro'.
Aquí falta… 'Valkiria'.
Y el Oscar es para… 'Slumdog Millionaire'.
¿Quién me gustaría que ganara? 'El caballero oscuro'.
Aquí falta… 'Valkiria'.
Y el Oscar es para… ¿'El curioso caso de Benjamin Button'?
¿Quién me gustaría que ganara? 'Revolutionary Road'. A ver si no se va de vacío.
Aquí falta… No sabría decir.
Y el Oscar es para… 'La duquesa'. Hace poco se entregaron los premios del gremio de diseñadores de vestuario y ésta es la única de las tres ganadoras que está nominada.
¿Quién me gustaría que ganara? 'Revolutionary Road'. Al menos, que se lleve un par. No he visto aún 'La duquesa'.
Aquí falta… 'El caballero oscuro'.
Y el Oscar es para… 'El curioso caso de Benjamin Button'.
¿Quién me gustaría que ganara? 'El caballero oscuro'. ¿Sólo por el Joker? Sí.
Aquí falta… Vosotros diréis.
Y el Oscar es para… Rahman por 'Slumdog Millionaire'. Aunque también hay apuestas encabezadas por Newton Howard ('Resistencia').
¿Quién me gustaría que ganara? Desplant por 'Benjamin Button'.
Aquí falta… Hans Zimmer y James Newton Howard por 'El caballero oscuro'.
Y el Oscar es para… 'Down to Earth', de Peter Gabriel y Thomas Newman para 'WALL·E'.
¿Quién me gustaría que ganara? Ésa está bien.
Aquí falta… Desde luego, no la lamentable cancioncilla de 'Vicky Cristina Barcelona', aún me persigue en sueños. Expertos, creo que el temazo de Bruce Springsteen para 'El luchador' no podía competir, ¿cierto?
Y el Oscar es para… 'Slumdog Millionaire'.
¿Quién me gustaría que ganara? 'El caballero oscuro' o 'WALL·E'.
Aquí falta… esto… ¿'Los girasoles ciegos'? Je.
Y el Oscar es para… 'Iron Man'. Parece la favorita, aunque no hay que descartar a ninguna de las otras dos; recuerdo que el año pasado ganó 'La brújula dorada', que no entraba en las quinielas de casi nadie.
¿Quién me gustaría que ganara? 'El caballero oscuro'. Que se lleve todo los que pueda.
Aquí falta… No sabría decir. ¿'El increíble Hulk'?
Y el Oscar es para… 'WALL·E'. Es la favorita de todos, pero no hay que descartar a 'Kung Fu Panda', que arrasó en los premio Annie.
¿Quién me gustaría que ganara? 'WALL·E'. Las otras dos están a años luz.
Aquí falta… Más que faltar, aquí sobra la película de Pixar, que debería haber competido por el Oscar a la mejor película, del mismo modo que 'Vals con Bashir' compite por el de película de lengua extranjera.
Y el Oscar es para… ¿Israel? Ni idea, la verdad.
¿Quién me gustaría que ganara? No he visto ninguna de las nominadas, mi cuenta pendiente para los próximos días.
Aquí falta… 'Gomorra' o 'Déjame entrar' ('Let The Right One In') son dos títulos que han sonado mucho y que no están aquí, aunque la segunda, hay que aclarar, no fue seleccionada por su país, así que era imposible que estuviera nominada. Me queda la duda de si 'Camino' habría llegado a ser finalista, en el caso en que hubiera sido propuesta. ¿Alguien ha dicho 'Los girasoles ciegos'? Ja.
Venga, os toca, ¿estáis de acuerdo con mis pronósticos? ¿Qué ausencias destacáis vosotros entre los nominados?
DENISE DRESSER Publica en Proceso esta carta, y le dice unas cuantas de sus verdades a Carlos Slim, esperemos ver si le da respuesta.
Estimado Ingeniero: Le escribo este texto como ciudadana. Como consumidora. Como mexicana preocupada por el destino de mi país y por el papel que usted juega en su presente y en su futuro. He leído con detenimiento las palabras que pronunció en el Foro Qué Hacer Para Crecer y he reflexionado sobre sus implicaciones. Su postura en torno a diversos temas me recordó aquella famosa frase atribuida al presidente de la compañía automotriz General Motors, quien dijo: "Lo que es bueno para General Motors es bueno para Estados Unidos". Y creo que usted piensa algo similar: Lo que es bueno para Carlos Slim, para Telmex, para Telcel, para el Grupo Carso, es bueno para México. Pero no es así. Usted se percibe como solución cuando se ha vuelto parte del problema; usted se percibe como estadista con la capacidad de diagnosticar los males del país cuando ha contribuido a producirlos; usted se ve como salvador indispensable cuando se ha convertido en bloqueador criticable. De allí las contradicciones, las lagunas y las distorsiones que plagaron su discurso, y menciono las más notables: –Usted dice que es necesario pasar de una sociedad urbana e industrial a una sociedad terciaria, de servicios, tecnológica, de conocimiento. Es cierto. Pero en México ese tránsito se vuelve difícil en la medida en que los costos de las telecomunicaciones son tan altos, la telefonía es tan cara y la penetración de internet de banda ancha es tan baja. Eso es el resultado del predominio que usted y sus empresas tienen en el mercado. En pocas palabras, en el discurso propone algo que en la práctica se dedica a obstaculizar. –Usted subraya el imperativo de fomentar la productividad y la competencia, pero a lo largo de los años se ha amparado en los tribunales ante esfuerzos regulatorios que buscan precisamente eso. Aplaude la competencia, pero siempre y cuando no se promueva en su sector. –Usted dice que no hay que preocuparse por el crecimiento del Producto Interno Bruto; que lo más importante es cuidar el empleo que personas como usted proveen. Pero es precisamente la falta de crecimiento económico lo que explica la baja generación de empleos en México desde hace años. Y la falta de crecimiento está directamente vinculada con la persistencia de prácticas anticompetitivas que personas como usted justifican. –Usted manda el mensaje de que la inversión extranjera debe ser vista con temor, con ambivalencia. Dice que "las empresas modernas son los viejos ejércitos. Los ejércitos conquistaban territorios y cobraban tributos". Dice que ojalá no entremos a una etapa de Sell Mexico a los inversionistas extranjeros, y cabildea para que no se permita la inversión extranjera en telefonía fija. Pero al mismo tiempo usted, como inversionista extranjero en Estados Unidos, acaba de invertir millones de dólares en The New York Times, en las tiendas Saks, en Citigroup. Desde su perspectiva incongruente, la inversión extranjera se vale y debe ser aplaudida cuando usted la encabeza en otro país, pero debe ser rechazada en México. –Usted reitera que "necesitamos ser competitivos en esta sociedad del conocimiento y necesitamos competencia; estoy de acuerdo con la competencia". Pero al mismo tiempo, en días recientes, ha manifestado su abierta oposición a un esfuerzo por fomentarla, descalificando, por ejemplo, el Plan de Interconexión que busca una cancha más pareja de juego. –Usted dice que es indispensable impulsar a las pequeñas y medianas empresas, pero a la vez su empresa –Telmex– las somete a costos de telecomunicaciones que retrasan su crecimiento y expansión. –Usted dice que la clase media se ha achicado, que "la gente no tiene ingreso", que debe haber una mejor distribución del ingreso. El diagnóstico es correcto, pero sorprende la falta de entendimiento sobre cómo usted mismo contribuye a esa situación. El presidente de la Comisión Federal de Competencia lo explica con gran claridad: Los consumidores gastan 40% más de lo que debieran por la falta de competencia en sectores como las telecomunicaciones. Y el precio más alto lo pagan los pobres. –Usted sugiere que las razones principales del rezago de México residen en el gobierno: la ineficiencia de la burocracia gubernamental, la corrupción, la infraestructura inadecuada, la falta de acceso al financiamiento, el crimen, los monopolios públicos. Sin duda todo ello contribuye a la falta de competitividad. Pero los monopolios privados como el suyo también lo hacen. –Usted habla de la necesidad de "revisar un modelo económico impuesto como dogma ideológico" que ha producido crecimiento mediocre. Pero precisamente ese modelo –de insuficiencia regulatoria y colusión gubernamental– es el que ha permitido a personas como usted acumular la fortuna que tiene hoy, valuada en 59 mil millones de dólares. Desde su punto de vista el modelo está mal, pero no hay que cambiarlo en cuanto a su forma particular de acumular riqueza. La revisión puntual de sus palabras y de su actuación durante más de una década revela entonces un serio problema: Hay una brecha entre la percepción que usted tiene de sí mismo y el impacto nocivo de su actuación; hay una contradicción entre lo que propone y su forma de proceder; padece una miopía que lo lleva a ver la paja en el ojo ajeno e ignorar la viga en el propio. Usted se ve como un gran hombre con grandes ideas que merecen ser escuchadas. Pero ese día ante los diputados, ante los senadores, ante la opinión pública, usted no habló de las grandes inversiones que iba a hacer, de los fantásticos proyectos de infraestructura que iba a promover, del empleo que iba a crear, del compromiso social ante la crisis que iba a asumir, de las características del nuevo modelo económico que apoyaría. En lugar de ello nos amenazó. Nos dijo –palabras más, palabras menos– que la situación económica se pondría peor y que ante ello nadie debía tocarlo, regularlo, cuestionarlo, obligarlo a competir. Y como al día siguiente el gobierno publicó el Plan de Interconexión telefónica que buscaría hacerlo, usted en respuesta anunció que Telmex recortaría sus planes de inversión. Se mostró de cuerpo entero como alguien dispuesto a hacerle daño a México si no consigue lo que quiere, cuando quiere. Tuvo la oportunidad de crecer y en lugar de ello se encogió. Sin duda usted tiene derecho a promover sus intereses, pero el problema es que lo hace a costa del país. Tiene derecho a expresar sus ideas, pero dado su comportamiento es difícil verlo como un actor altruista y desinteresado que sólo busca el desarrollo de México. Usted sin duda posee un talento singular y loable: sabe cuándo, cómo y dónde invertir. Pero también despliega otra característica menos atractiva: sabe cuándo, cómo y dónde presionar y chantajear a los legisladores, a los reguladores, a los medios, a los jueces, a los periodistas, a la intelligentsia de izquierda, a los que se dejan guiar por un nacionalismo mal entendido y aceptan la expoliación de un mexicano porque –por lo menos– no es extranjero. Probablemente usted va a descalificar esta carta de mil maneras, como descalifica las críticas de otros. Dirá que soy de las que envidian su fortuna, o tienen algún problema personal, o una resentida. Pero no es así. Escribo con la molestia compartida por millones de mexicanos cansados de las cuentas exorbitantes que pagan; cansados de los contratos leoninos que firman; cansados de las rentas que transfieren; cansados de las empresas rapaces que padecen; cansados de los funcionarios que de vez en cuando critican a los monopolios pero hacen poco para desmantelarlos. Escribo con tristeza, con frustración, con la desilusión que produce presenciar la conducta de alguien que podría ser mejor. Que podría dedicarse a innovar en vez de bloquear. Que podría competir exitosamente pero prefiere ampararse constantemente. Que podría darle mucho de vuelta al país pero opta por seguirlo ordeñando. Que podría convertirse en el filántropo más influyente pero insiste en ser el plutócrata más insensible. John F. Kennedy decía que las grandes crisis producen grandes hombres. Lástima que, en este momento crítico para México, usted se empeña en demostrarnos que no aspira a ser uno de ellos.
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